Resumen |
La medición del bienestar subjetivo se enmarca en un creciente consenso a nivel internacional respecto de la necesidad de dar seguimiento al progreso social desde la perspectiva de las experiencias de vida de las personas más que desde la disponibilidad de bienes y servicios. Esto implica llevar las mediciones del bienestar “más allá del PIB”, para centrarnos en reportes sobre la calidad de vida que nos ayuden a evaluar la medida en que la población disfruta de su vida, si está satisfecha con ella y con algunos de sus principales aspectos, si tienen sentido de propósito y si reporta experiencias gratas y significativas. Se trata entonces de un esfuerzo por reconocer que los destinatarios finales del progreso son las personas y que por eso es necesario poner menos atención a los aspectos materiales y más en el bienestar mismo que cada uno experimenta.
Para la medición del bienestar subjetivo, el INEGI ha implementado instrumentos de captación conocidos como módulos de Bienestar Autorreportado (BIARE) por medio de los cuales se solicita, a personas de 18 y más años de edad, que consideren un conjunto de aspectos relacionados con sus experiencias de vida y les otorguen una calificación. El diseño conceptual de BIARE sigue los lineamientos emitidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que México es miembro. En esta ocasión, se presenta información actualizada del módulo “BIARE básico” a enero de 2024, mismo que acompaña, durante el primer mes de cada trimestre al levantamiento de la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO), con una muestra de 2 336 viviendas distribuidas en 32 ciudades (una por entidad federativa). BIARE básico brinda, por tanto, seguimiento continuo a información representativa de la población adulta urbana del país.
El balance anímico general de la población se construye con base en los estados de ánimo que las personas experimentaron el día anterior a la entrevista; dicho balance se expresa en un rango de -10 a 10. En enero de 2024, del total de la población adulta, 3.8 % presentó un balance anímico negativo; 20.7 % presentó un balance positivo, pero menor a cinco y 75.5 %, un balance mayor a cinco. En promedio, el balance anímico de la población adulta tuvo un valor positivo de 6.6. Este balance tiende a ser mayor en los hombres que en las mujeres, lo cual se ratifica con los niveles 6.7 y 6.4, respectivamente.
También en enero de este año la población adulta urbana calificó su satisfecha con su vida, en una escala de 0 a 10, con un valor promedio de 8.4. Sin embargo, 7.0 % de las personas de 18 y más años se encuentran insatisfechas (con calificaciones entre 0 y 4) o poco satisfechas con la vida (5 y 6), es decir, por debajo del umbral a partir del cual se considera que la población se encuentra moderadamente satisfecha (44.9 % califican con 7 y 8) o satisfecha (48 % califican con 9 y 10).
Además, la población adulta está más satisfecha con sus ámbitos personales que con los públicos. En enero de 2024, las relaciones personales presentaron el nivel más alto de satisfacción con un promedio de 8.8, seguido por la vivienda, la actividad u ocupación y los logros en la vida con 8.6 cada aspecto. Por su parte, el promedio de satisfacción con las perspectivas a futuro fue de 8.5, mientras que el de satisfacción con su estado de salud resultó de 8.4. El nivel de vida presentó un promedio de 8.3. El menor nivel de satisfacción en el ámbito personal fue el tiempo libre (7.9). En contraste, en el ámbito de lo público, la seguridad ciudadana fue el ámbito de menor calificación (5.4), mientras que el nivel de satisfacción con el país fue 7.2. El valor correspondiente a la satisfacción con la ciudad en la que habita fue 7.6 y con el vecindario el resultado fue de 8.
El INEGI da a conocer los resultados del BIARE Básico dos veces por año. En esta ocasión se presentan los que corresponden a enero de 2024. |